Un nuevo gesto del campo

Como todos sabemos, el conflicto entre el sector agropecuario y el gobierno de Cristina sigue.
esta a las claras, que cuando analizamos este gobierno notamos su incapacidad para gobernar en democracia, y notamos que al gobernar lo hacen a modo de como si nuestro sistema de gobierno fuera un principado ¿ó me equivocó?
A la presidenta no le gusta que la contradigan, lo mismo a su esposo, el ex presidente Nestor Kisrchner, y por tal cada vez que un sector de la sociedad sale a la calle a manifestarse, el gobierno responde de modo no propio de un gobernante demócrata.
Lo cierto es que con el campo no le fue fácil aplacarlos, hoy el gobierno de Cristina no sabe como parar esta protesta y lo manda a D Elia a que amenace con ir a enfrentarlos si los agropecuarios siguen cortando las rutas. Ese es su método, pero con el campo no funciona.
A partir de mañana, el campo da una nueva tregua al gobierno, la solución a que el reclamo del campo termine está en retrotraer el aumento a las exportaciones al 11 de marzo.
Sinceramente, no le tengo más fé a este gobierno, quisiera creer que va a tener la inteligencia de negociar con el sector agropecuario, pero me resulta difícil imaginar a nuestra presidenta doblegandose ante un reclamo.

Lo de Urribarri para la historia
La actitud de nuestro exelenticimo señor gobernador, quedará en la memoria de todos los entrerrianos, su últimas acciones han hecho que la mayoria tomaramos un concepto de él que no le favorecerá en el futuro.
El gobernador optó, apenas se desató el conflicto del campo, correr a lado de la presidenta. mientras la provincia ardía con marchas y reclamos del sector agropecuario y otros actores sociales, Urribarri se la pasó en Bs As, como escondido, esperando intrucciones de Cristina.
El primer mandatario entrerriano, aún parece, no se ha decidido si ser el representante federal de nuestra provincia o el cadete de nuestra señra Presidenta.
Hoy el gobernador, no es más que visto como un títere cobarde que cuando lo apuran se esconde y le da la espalda al gobierno